Una de las preguntas más importantes para todos los padres es cuándo pasar al niño de la cuna a la cama. Instalarse en su primera habitación es un momento de mucha incertidumbre. ¿Dormirá bien el pequeño? ¿Se despertará mucho por las noches extrañando a los papás? ¿Qué cama debo elegir? ¡Cuántas preguntas nos surgen! Lo más importante es tener paciencia y dejar que el niño marque su propio ritmo. Te damos algunos consejos para el paso de la cuna a la cama que te ayudarán a que el peque se adapte sin problemas.
Cuándo pasar al niño de la cuna a la cama
No hay una regla fija, cada niño o niña es un mundo. Normalmente, la cambio se suele hacer entre los 2 y los 3 años de edad, cuando ya tienen un hábito de sueño más rutinario. Además, a esa edad el peque empieza a ser más autónomo, necesita más espacio y la cuna se queda muy pequeña. Eso sí, no hay que tener prisa. Algunos niños ya piden ellos mismos el cambio, porque son más independientes. Ya les vemos que empiezan a escalar y a querer salirse de la cuna, o se mueven mucho por las noches y requieren más espacio. En otros casos, hay que prepararlos e ir poco a poco.
Paso de la cuna a la cama poco a poco
Lo ideal es que el cambio de la cuna a la cama lo hagáis poco a poco, paso a paso. Lo primero es instalar la cama y que se vaya acostumbrando a la novedad. Muchos expertos recomiendan poner la cuna en la habitación y dejarle dormir allí unos meses antes de pasarlo a la camita. También es muy recomendable acostarle a dormir la siesta en la cama, aunque por la noche lo haga en la cuna, para que se vaya habituando. Así, el cambio no será tan brusco ni de un día para otro.
Hazle partícipe de todo el proceso
Los expertos en pediatría también recomiendan que los pequeños que van a dormir por primera vez en su cama participen en todo el proceso. Pídele que te ayude a elegir las sábanas, lee cuentos con él sobre su primera habitación, déjale que te ayude a decorar el cuarto… Pero, sobre todo, hazle saber que estáis muy contentos porque ya es mayor y va a dormir solito o solita. ¡Y deja que lo comparta con los familiares y amigos! Así reforzarás su autoestima y estará más contento de dar el paso.
Acompáñale en los primeros días
Durante las primeras noches, lo más normal es que el peque se despierte muchas veces, llore y os reclame para que le devolváis a la cuna. Debéis tener paciencia, visitarle muchas veces y calmarle. Después de un tiempo, estará totalmente acostumbrado. Hasta entonces, lo ideal es que asocie la cama con momentos positivos. Podéis quedaros a su lado leyendo cuentos hasta que se duerma, o dejarle su peluche favorito en la cama para tenga algo conocido.
La elección de su primera cama
Para hacer el paso de la cuna a la cama de una forma más relajante y cómoda para el peque, es esencial elegir una cama adecuada. Las camas de tamaño infantil y poca altura son una gran elección. Son muy seguras y permiten que los niños vanyan ganando autonomía. Pueden bajar y subir ellos solos, y no notarán tanto el cambio de la cuna. El concepto Montessori sigue esta idea de crear espacios que fomenten la independencia de los pequeños. Desde Bainba te proponemos estos conjuntos de dormitorio completos de la línea Montessori que son perfectos para el cambio de la cuna a la cama.
El colchón también es importante: debe ser plano, firme, antibacteriano y transpirable. La almoaha es otro elemento esencial de su primera camita, y es recomendable que no tenga más de 3 centímetros de altura y cuente con agujeros antiahogo.
¿Cómo ha sido tu experiencia con el paso de la cuna a la cama? ¿Vas a hacerlo dentro de poco? ¡Cuéntanos tu experiencia!